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viernes, 20 de julio de 2018

QUIÉN GANÓ EL TROFEO DE LA CARRERA?

Nadie...nadie lo ganó. Aunque hay mucha gente que cree que sí.
Me refiero a la insana competición casi diaria que se ve por todos lados y  en la que muchos compiten por un trofeo inexistente. Hemos vivido tiempos en los que se ha inculcado la competiciòn en lo que sea como si con eso tendría que irse la vida.

Durante años, me tocó ver la forma en que muchos querían sobre salir a costa de lo que fuera, para brillar ante una multitud que no se daba cuenta. A veces llegué a pensar que la visión que tienen de los demás, los convierte  en seres que piensan que son  acreedores a estar en la mente de todos.                                                               De pronto se imaginan corriendo en  medio de los aplausos de los espectadores.

Cuando hacemos las cosas bién, porque es nuestra naturaleza,  somos realmente libres. Al crear ataduras con lo que queremos reflejar y que muchas veces es un espejismo, creamos ilusiones de las cuales es difícil soltarse porque la ilusión se hace tan extensa que acaba con  enredar al que más listo pueda sentirse. Hacer las cosas para que  nos vean, nos admiren y de paso nos envidien, me parece típico de quienes no salen de complejos.

Veo  muy lamentable  cómo, muchos progenitores le introducen un chip a sus hijos (figurativamente) desde muy pequeños, para sentirse varios peldaños sobre algunos compañeros de clase. Como les hacen creer irrealidades que los marcan para siempre, continuando con ese espejismo que solo acabará haciéndoles daño. Paralelamente, hacen  creer a los niños que si son amigos de este o aquel, pasan a un nivel aun  más alto, a lo que siempre me he preguntado si es que sienten que sus hijos son tan poca cosa como para que otro les de brillo.

He visto de todo! No se cómo sigo viva jaja. Me ha tocado ver mentiras de grandezas que no existen, mentiras de opulencias que no son , cuentos elegantes donde se ve debajo el plástico, historias de amores "de cuento" que son puro cuento, historietas de hijos perfectos que no son más que seres tan normales como el resto y así la lista de grandes " corredores de la carrera" que no obtendràn trofeo. Varios quieren ser "los más" y siguen siendo "los menos".

Y la carrera por ese trofeo es de no detenerse. Pasan los años y siguen corriendo, mintiendo y soltando ilusiones a mansalva como cosa real, hasta que acaban creyendo que han llegado a la meta. Lo malo es cuando un buén día se percatan que no llegaron más que a agrandar su espejismo. En ese trote de llegar , van dejando detrás la vida, los buenos amigos, la sencillez si la tuvieron y se han puesto voluntariamente tras unas rejas. 

Tan bonito que es ser libre! sin ganarle a este o a aquel, alegrándonos de lo bueno de los demás, disfrutando de las cosas sencillas de la vida que son las más grandes ( esto es como mi cantaleta), sin privarnos de las sonrisas, la camaradería, el apoyo desinteresado y ese desprendimiento de cargas innecesarias. Llámenme tonta, llámenme ilusa, pero  el no ambicionar el trofeo de una carrera inventada por la ambición, no es lo mío y eso me hace inmensamente felíz. Voy libre de pesos, cada día tengo mejores personas cerca, porque a estas alturas como que nos juntamos los mismos hippies jaja. Y cuando llega la noche, es lindo saber que ante todos los obstáculos, los que estamos en el mismo barco sin competencia, hemos logrado algo de forma gratuita: ser felices, pero felices de verdad, no por ratitos.

Entonces,puedo asegurar: nadie ganó la carrera. Olvìdense del trofeo...no hay. En serio...no hay! Porque las apariencias se descascarillan y para ganar el trofeo , la carrera debe ser impecable.






LA ROSA Y EL RECUERDO

  Todo cambia dìa a dìa. Las costumbres, los amigos, la mismìsima vida. Es allì, durante ese cambio, que nos detenemos a pensar en lo que fu...