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sábado, 11 de julio de 2020

EL RETIRO ESPIRITUAL

Y siguieron pasando los dìas. Estos dìas pandèmicos. Dìas de amnnesia y recuperaciòn de la memoria. El que nunca ha ido a un retiro espiritual, puede sentirse ahora como si fuera asiduo . 
En estos dìas, la reflexiòn ha sido constante una vez que ha dado comienzo en cada uno.
Quizàs, al inicio de la cuarentena, la incertidumbre tuvo a más de uno como a la deriva, pero cuando fueron pasando los dìas, se le abriò camino a esa reflexiòn que se habìa pospuesto por dìas, meses y años en algunos casos.

La buena vida de muchos, no vio necesario reflexionar absolutamente nada. "Para què? Si me lo estoy pasando mejor que nunca!" trabajo, dinero, amor robado o propio, pero amor al fin y al cabo, era la realidad de muchos. La rutina maravillosa que les gustaba tanto, se veìa para siempre y sin obstàculos, como cuando se corre en una carrera de cien metros planos y vas solito, nadie te rebasa y nadie te pisa los talones, estàs imparable y de que vás...vas!

De pronto, un buèn dìa te enteras que en el otro lado del mundo hay una epidemia, pero como està lejos, pocos realizan que el "regalito" ese viene a tocarte la puerta. Y llega, aunque  no lo ves cerca. Solo cuando tu mundo se ve sacudido, es  que reaccionas, porque el egoismo es tan grande en la humanidad, que hasta que no se sufre, no se reacciona. Esa empatìa de antes, casi no existe. Por mucho tiempo todos decìan ser resilentes cuando la palabra se puso de moda y ya sonaban como arrogantes con el cuento de la nueva "capacidad".  Quiero escucharlos ahora recordar lo resilentes que son.

Entonces, cuando los aspirantes a resilentes se vieron con la realidad cruel, es cuando ese postergado retiro espiritual se abriò camino.
Las reflexiones se cruzaron y se chocaron  unas con otras, en muchas cabezas surgiò un torbellino que tomò diversos caminos, unos tristes, otros esperanzadores, tambien existieron los confusos que llevarton a laberintos de desesperaciòn.
Cuando se asiste a un retiro espiritual, muchas veces se llega al fondo de nuestra existencia, para resurgir con otra actitud, una que es limpia y llena de una calma que està dispuesta a entender y a caminar con paz hacia adelante. No con ganas de comerse la vida que vendrà, como los cursos de ventas. Es otra cosa. En un retiro espiritual se sale lleno de una luz que solo te la puede dar alguien mejor que uno mismo.

Entre reflexiòn y reflexiòn, muchos descubrieron su verdadera vocaciòn  y  errores que ya pesaban demasiado , de los cuales tendrìan que salir. Las consecuencias de decisiones que no fueron las mejores y que destruyeron gran cantidad de tiempo en sus vidas y tomaron conciencia de lo que realmente es importante en ese camino que sigue. 
Otros, a pesar de la angustia, decidieron enfrentar como nunca, lo que venga porque solo quieren vivir , siendo todo lo demàs algo que no les roba la calma. 
Tambièn estàn los que nunca dejaron de ser los mismos para bien o para mal. De estos últimos, pienso que  les llegò el momento de la verdad y ser malos no les serà rentable.

Ese retiro espiritual obligatorio sin serlo, despejò cabezas y encaminò muchas otras. Quienes saldrán realmente fortalecidos, seràn los que asimilaron aboslutamente todo; los que fueron honestos consigo mismos, porque la honestidad para con los demàs, debe comenzar por el interior de cada individuo. Saldràn ganando  quienes decidan dejar lo malo que los limitó tanto sin saberlo, y que decidan asimilar todo lo bueno que pueden llegar a ser, sin querer aparentarlo, simplemente sièndolo de forma sincera.
De algo tan cruel, debe salir algo noble. El sufrimiento pule y mejora, solo si estamos dispuestos a hacer el cambio. Asì, como los retiros esprituales, el cambio viene si asì lo queremos.

LA ROSA Y EL RECUERDO

  Todo cambia dìa a dìa. Las costumbres, los amigos, la mismìsima vida. Es allì, durante ese cambio, que nos detenemos a pensar en lo que fu...