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martes, 27 de enero de 2015

EL BAILE


Cada cual cuenta el baile como le fue. Así es la cosa. Y la vida, las situaciones y lo que venga, son todos como un baile.
Así ,cada persona tiene su perspectiva del 2014 y sus aspiraciones para el 2015.

En lo personal, puedo decir que el 2014 tuvo bailecito reguetonero, música suave y hasta heavy metal para mí. Cuando se fue, quiero que sepan que fui feliz,   además quería darle un empujón para que saliera más rápido. Hasta el último día fue de montaña rusa el condenado. Aun así, no es que me parezca mejor el 2015 porque no lo conozco y sabe Dios con qué trucos se me presentará. De todas maneras, como toda escoba nueva barre bién, hasta el momento anda como juicioso conmigo.

A estas alturas de mi vida, en realidad, mis esperanzas las pongo solamente en manos de Dios y mi confianza, igual, solo en sus manos. Aprendí con los años, que ninguna persona era realmente mágica como para poner mis esperanzas en sus manos. Aprendí con alegría que jamás estaba sola, que me gustaba mucho conversar a solas con el Todo Poderoso y así, con esa maravillosa amistad, aprendí a bailar lo que el 2014, sus antecesores y todos sus secuaces me fueron lanzando a medida que pasaban los meses.
De esa manera, si sonaba merengue, daba mis mejores pasitos, si la cosa se tornaba calipso, me deslizaba con soltura aparente, pero algo salía y asi me mandaran una plena, allí se me ocurría qué hacer tarde o temprano aunque no supiera cómo moverme. y cuando acababa el baile...ya estaba sentada o rumbo a casa, o sea , resuelta.

No culpo al 2014 en realidad, aunque me caiga gordo; no culpo a sus antecesores tampoco, Al final. como dice mi suegro( y ya he mencionado otras veces) " todo en la vida es ganancia". Con el correr del tiempo veo que se y  tengo lo que necesito para vivir;  poseo los amigos verdaderos, esos a prueba de balas, esos que son como los ves y que no los cambias por nadie; tengo la fabulosa partida de mi sala de baile, de toda esa gente que no era nada buena y que querían dar la imagen de serlo y que aunque ya sabía lo que eran, les tuve paciencia y me los banqué buén tiempo. También he tenido la inmensa ganancia de saber quién es realmente mi familia.
 Todo lo que he ganado con tanta bailada, lo he ganado sin amargura, sin nostalgia y con gran fascinación, porque me quedé con lo bueno de todo  y abrí mi alma y disposición a personas que han ido llegando a mi vida poquito a poquito y sin atropellarme. Quien viene con paz y respeto, siempre será bienvenido a mi sala de baile.

Cuánto más se vive más se aprende, a menos que nos pasemos las vida, de oyentes. En mi caso, no solo he aprendido más cada día, también he reafirmado muchas cosas que daba por sentadas y eso me hace sentir en la ruta adecuada de acuerdo a mis parámetros en la vida.  Y esos parámetros míos nada tienen que ver con lo material, porque  a mi lo que me atrae es la bondad del ser humano, su solidaridad sincera, el respeto y todo aquello que no tiene precio. Sí, ya se que soy como cantaleta porque varias veces menciono este aspecto, pero qué hago? si eso es lo que me gusta de la gente! Por ello, podrán llamarme muchos, de múltiples maneras, cosa que no me preocupa para nada, se quien soy y hacia dónde voy.
Al  final del baile, no quiero ser recordada como la que mejor bailaba y captaba la atención de todos, como la que llevaba el vestido mas brillante para ser notada ni como la que quería bailar en el centro para auto engañarse pensando que es la maravilla. Yo pues, solo quisiera ser recordada como una buena persona, no santa, leer bién: bue-na. y buena no es sinónimo de tonta( favor remitirse al diccionario si hay duda).
Seguiré pués, bailando;  ya dirá Dios cuándo se me acabará la bailada, mientras tanto, seguiré dando mis mejores pasos.


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